sábado, 20 de octubre de 2012

Aceptando sin luchar, algo mágico sucede

Cierto día llegó un hombre donde un sabio a pedirle ayuda porque su esposa lo engañaba con otro y se sentía destruido y abatido hasta lo profundo de su alma.

Al llegar donde el sabio le dijo:

Gran sabio, te pido que me ayudes a ignorar y sacar de mi corazón a esta mujer que tanto daño me ha heccho. Es posible esto?

El sabio respondió:

Para que te puede ayudar debes entregarte totalmente a las indicaciones que te de sin quejarte, juzgar o poner en tela de juicio mis indicaciones por absurdas que te parezcan.

El hombre, ante tanto dolor en su corazón aceptó y le dijo estar dispuesto a todo aceptando las indicaciones sin juzgar y sin pedir explicaciones lógicas al respecto.

El sabio le dijo, estas son las cuatro reglas que debes seguir:

1. Cuidar tu pensamiento independiente de la situación en la que te encuentres
2. Cuidar tu palabra y lo que dices a pesar de cualquier circunstancia, y eliminar cualquier vestigio de quejas, culpas a los demás o sentirte víctima.
3. Que tus acciones sean consecuentes con tu nueva forma de pensar y de hablar.
4. Finalmente debes hacer caso a todo lo que te diga sin emitir juicio o queja alguna

Estas son mis cuatro condiciones y por ahora regresa a casa y cualquier cosa que pase me mantienes al tanto.

Así lo hizo el hombre pero al otro día llamó al sabio y le dijo: mi esposa habló con su amante y se van a ver, estoy desesperado, qué hago?

El sabio responde: acuérdate de las cuatro condiciones. Ahora ve y cómprale ropa a tu esposa para que al verse con su amante esté radiante y resplandeciente. El hombre desconcertado no dijo nada por las cuatro condiciones puestas por el sabio y salió con mucha fuerza interior e hizo lo acordado, y ante esto su esposa lo miraba extrañado pero el seguía las cuatro condiciones.

Al dia siguiente el hombre le dice: esto ya es el colmo, ahora mi esposa se piensa ir de viaje con su amante. Qué debo hacer? El sabio le dice: llévala en tu auto hasta casa de su amante porque debe cargar muchas cosas y se sentirá agradecida. Así lo hizo contra todo su ego que salía a flote pero recordó las cuatro condiciones del sabio. Su esposa atónita ante lo que veía se sentía un poco mal porque su esposo la llevaba para encontrarse con su amante pero aceptó la ayuda y permaneció en silencio.

A la siguiente semana el hombre llama desesperado y le dice: es el colmo, ahora lo trajo a casa a cenar, qué hago?? Esto no puede ser posible. El sabio le dice: atiéndelos como reyes. El hombre casi que explotaba, dejo su ego a un lado y los atendió como reyes ante la mirada atónita de su esposa y su amante que no sabían lo que sucedía.

El sabio le dice: a partir de hoy pide perdón a tu esposa por cada actuación tuya que la haga sentir mal, pídele que vuelva contigo y que estás dispuesto a compartirla con otro hombre, pídele que te perdone, así tu sientas que ella es la culpable y recuerda los cuatro acuerdos de esta prueba.

El hombre indignado y a punto de explotar cedía cada día a los intereses de su esposa y su amante, se humillaba, lloraba, pedía perdón, sufría en silencio, tal como indicaba el sabio y teniendo en cuenta los cuatro acuerdos establecidos.

Un día el hombre no aguanto más tanta sumisión y falta de amor propio y algo mágico sucedió en su corazón, una sensación de paz llegó que le indicaba que se alejara de su esposa. Sin tener en cuenta lo que decía el sabio dejó a su esposa, no era posible para el tanta humillación y falta de amor propio y con una tristeza profunda salió de su casa pero con una tranquilidad extraña en su corazón, algo había sucedido pero no sabía qué era y se dirigió a donde el sabio a decirle que había fallado y que había roto los cuatro acuerdos.

El sabio al verlo llegar lo abrazó y le dijo: amigo mío estás curado de corazón de esa relación, ahora eres libre, algo hizo clic en tu espíritu y pudiste dejar a tu esposa de la forma más honesta que tiene el corazón y sin represiones, juicios, iras, quejas, castigos, simplemente la dejas y aunque hay tristeza, tu corazón está en paz.

El hombre le dijo: así es, pero qué ha pasado? El sabio le dice: has alcanzado los límites supremos del irrespeto por ti mismo al hacer todo lo que tu esposa y su amante quisieran contar de no perderla a ella, y en esa situación has tomado plena conciencia y has decidido que no mereces esa vida porque vales mucho y que buscarás un nuevo camino pero lo has hecho desde el corazón después de haber caído lo más bajo posible y siguiendo los acuerdos establecidos que le dan una energía diferente a tu espíritu. Este era el único camino, caer tan bajo hasta tomar conciencia de tu valor y de manera automática romper el apego que te ataba. Era necesario hacerlo de esta forma porque tu apego era tan grande que podrías haber muerto en el intento de abandonar a tu esposa, tu miedo era más fuerte que tu valor interior pero ahora eso ha cambiado porque caíste tan bajo que tomaste conciencia. No siempre se debe llegar a este extremo pero como tu caso era de tanto apego era necesario este camino de hacerte sentir tan pequeño hasta que recordaras tu verdadero valor como hijo de Dios y como ser humano.

Ahora eres libre y me regocijo por ello. Si te hubiese dicho que pelearas, que lucharas, que exigieras, seguramente estarías todavía apegado a ella y sufriendo, pero ahora has encontrado la llave de la salida mágica a los apegos de la vida porque al enfrentarlos y vivirlos entiendes que tu vales más y puedes salir de ellos, porque de lo contrario podrías haber permanecido toda tu vida atado y mendigando un poco de cariño de parte de tu esposa, cerrando puertas a los nuevos regalos que la vida te tiene cada día.

Te felicito, has encontrado el camino, regresa entonces a casa.

En amor y servicio,

Trabajadores de la Luz

No hay comentarios:

Publicar un comentario