EL CINTURON DE FOTONES Y LA ASCENSION: LA LLAMADA PARA DESPERTAR

LOS SINTOMAS DE LA ASCENSION

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Le dice un discípulo a su maestro:

He hecho todo lo que me dices y he practicado con disciplina pero las cosas parecen a veces empeorar en lugar de mejorar. El Maestro sonriendo le dice: cuando crees que tu casa esta limpia y revuelcas los rincones más profundos, te das cuenta que te faltaba limpiar aquellas esquinas donde la escoba no podía llegar y esa labor se debe cumplir.

El discípulo responde: pero qué debo hacer? El maestro responde: no flaquear, llorar cuando sea tiempo de llorar, reír cuando sea tiempo de reír, estar en silencio cuando sea tiempo de conectar con lo más profundo pero nunca debes desfallecer. Si te caes te levantas nuevamente porque el proceso de limpieza al que estás siendo sometido, te hará sentir cosas no tan agradables que son necesarias sacar a la luz para poder sanarlas totalmente, así como cuando limpias ese rincón de casa que tu creías brillante pero al pasar el trapo te das cuenta que permanece sucio y que llegar a ese lugar cuesta pero al final tienes la satisfacción de la limpieza realizada.

El discípulo dice: está bien maestro, soportaré con entereza la limpieza pero sabes? creo que me he enfermado, siento dolores de cabeza, mareos, a veces vómitos, a veces ... El Maestro alza la mano para que el discípulo calle y le dice: nadie dijo que cuando la oruga cambia a Mariposa lo hace sin sentir dolor debido a que esta elevando su frecuencia para pasar a un nivel más alto. Pero tu crees que por eso la Oruga renuncia a ser Mariposa? Al contrario, enfrenta su miedo de frente para alcanzar la luz al final del túnel.

El discípulo dice: y qué debo hacer?

El Maestro responde:

Tienes dos opciones:

• Te quedas siendo oruga y todo seguirá igual pero te perderás la belleza de ser mariposa
• La otra opción es ser valiente y enfrentar el cambio de tu frecuencia de vibración. Cuando esto pase será indescriptible el regalo que habrás recibido y todo sacrificio valdrá la recompensa que recibirás.

Tu decides, es tu momento y tu camino. Yo solo te muestro silenciosamente por donde debes caminar. Nadie dijo que fuera fácil pero es solo para los valientes que realmente están preparados porque su fuerza vence a sus miedos más profundos. Y tener fuerza es llorar a veces pero levantarse, estar triste pero regresar a la alegría, gritar de rabia pero regresar a la calma, es levantarse a cada instante y conectar con tu luz interior para seguir en el camino. Esa es la verdadera fuerza.

Y diciendo esto se alejo en silencio mirando hacia el cielo y agradeciendo por un día más de aprendizaje.

En amor y servicio,

Trabajadores de la Luz