miércoles, 15 de mayo de 2013

VIVIR SIN DESAFIOS ES COMO ESTAR MUERTO

VIVIR SIN DESAFIOS ES COMO ESTAR MUERTO



El crecimiento significa que estáis absorbiendo algo nuevo cada día, y esa absorción solo es posible si estáis abiertos. Ahora vuestras ventanas se encuentran abiertas y también las puertas: a veces entra la lluvia y el viento, el sol, y la vida se mueve dentro de vosotros. 

Sentiréis algunas perturbaciones: vuestro periódico empezará a moverse al viento, los papeles en la mesa se agitarán, y si la lluvia empieza entrar, se os puede mojar la ropa. Si siempre habéis vivido en una habitación cerrada, os preguntaréis qué está pasando. Está pasando algo hermoso. Es bueno estar disponible para el viento, para la lluvia, para el sol, porque eso es la vida. 

De modo que en lugar de preocuparos por ello, ¡bailad! Bailad cuando llegue la tormenta, porque la seguirá el silencio. Bailad cuando lleguen desafíos y perturben vuestra vida, porque al responder a esos desafíos estaréis creciendo a alturas nuevas. Recordad, incluso el sufrimiento es una gracia. Si se toma de forma correcta, se convierte en un escalón. 

La gente que nunca ha sufrido y ha llevado una vida conveniente y cómoda, es gente casi muerta. Su vida no será como una espada afilada... estará rota. Ni siquiera será capaz de cortar verdura. La inteligencia se afila cuando se enfrenta a desafíos. Rezadle cada día a Dios: “Envíame más desafíos mañana, envíame más tormentas...”. Y entonces conoceréis la vida en su punto óptimo.

OSHO

Cuando los desafíos dejan de existir el crecimiento se estanca y entonces comienzas a añorar tu antiguo trabajo, tu antigua relación, tu antiguo estilo de vida, que tenías antes de desear estar en una calma silenciosa que lentamente te acerca a la muerte en vida sin poder hacer nada.

Es como la historia de la gente que quiere pensionarse para poder descansar de la lucha. En la primera semana se sienten dichosos, la segunda semana siguen descansando pero inventan algo que hacer para entretenerse porque comienzan a aburrirse, la tercera semana viajan a todo lado y conocen todos los sitios del mundo pero a pesar de esto existe vacío ahí adentro, algo pasa, algo sucede en tu interior, la quinta semana te gastas todo tu dinero en cosas que no necesitas pero que piensas te harán sentir tranquilo ... y así pasa el tiempo hasta que un día llega tu hijo a casa y te encuentra triste, deprimido, silencioso, con tu energía abajo y se supone que debías estar lleno de energía porque finalmente lograste tu objetivo que era pensionarte para descansar.

Cuando dejas de tener desafíos la vida pierde su sentido y tu dejas de crecer y lentamente empiezas a morir silenciosamente y a añorar aquellas épocas en que enfrentabas a la vida y lograbas las soluciones, donde llorabas todas tus lágrimas pero seguías adelante, donde estabas totalmente exhausto pero te sentías vivo, donde Dios y el Espíritu de luz caminaban dentro de tí.

Dejar de tener desafíos es perderse esta maravillosa experiencia de la vida. Si viniste a no  tener desafíos era mejor haberle dado la oportunidad a otra alma con sed de evolucionar.

En amor y servicio,

TRABAJADORES DE LA LUZ

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