AMOR INCONDICIONAL ES SER MUJER
Ser
mujer, una responsabilidad que está mucho más lejos de la fuerza y de la
supuesta fortaleza de un hombre. Porque un hombre cuando está triste no lo
expresa y solo busca de forma silenciosa el abrigo de su compañera para pasar
su pena sin decir nada, de forma callada y que a veces parece ausente pero que
en el fondo dice con su corazón silencioso a su mujer: “tu sola compañía me
basta y es suficiente para poder salir adelante … Permíteme disfrutarla”. Así
somos los hombres, a veces cobardes aparentando una fortaleza que muchas veces
no tenemos y que la mujer nos demuestra con creces cada día en la crianza de
los hijos, en los pequeños detalles, en la forma de afrontar los problemas, a
veces llorando pero sacando fuerzas de los rincones más profundos del alma,
fuerzas que ni siquiera el más fuerte de los hombres es capaz de igualar o
superar.
Para
un hombre es triste ver llorar a una mujer y pero eso a veces le dice … otra
vez llorando, que cosa contigo ¡!! Cuando lo que quiere decir es: “no llores porque
mi alma no resiste ver a la fuerza a mi lado sucumbir y me siento triste”. Los
hombres deberíamos ser más valientes para poder expresar a nuestras mujeres
abiertamente lo que sentimos y abrir nuestros corazones para hacer su estadía
más dulce, más amena y más cercana al corazón.
Conozco
muchas mujeres valiosas y cómo son subestimadas por los hombres que las
acompañan, pero en ese mismo sacrificio y no reconocimiento está su grandeza,
en seguir con la frente en alto, con la vista en el camino sin sucumbir así la
montaña sea cada vez más alta y más elevada. Toman un alto, lloran y expresan
lo que sienten, recargan energías y nuevamente siguen adelante con la decisión
y firmeza del más grande de los conquistadores.
A
la mujer la historia le ha quitado su protagonismo, le han dicho que debe estar
debajo del hombre, a su servicio, bajo su orientación. Eso dice la Biblia y lo
dicen muchos textos y lo triste es que el mundo se lo creyó porque si se
hubiera dado el poder y reconocimiento que merece a la mujer, seríamos un mundo
más evolucionado, más centrado en el corazón, con los valores a flor de piel,
con la forma de expresar cariño de manera sencilla y directa, seríamos un mundo
que habríamos avanzado hacia un nivel evolutivo mayor y por eso es que a muchos
no les conviene, para poder controlar a los demás, y tienen a la mujer relegada
a un segundo plano, y ellas se lo creen que es así, porque lo dice la gente,
porque lo dice la vida. Qué bueno sería tener mujeres sacerdotes porque quien
mejor que una madre para guiar a una familia, y si de eso es capaz a nivel de
la familia imaginen cuánto puede hacer a nivel de la comunidad si se le
permitiera.
Pero
también es triste ver a mujeres obsesionadas con el poder y queriéndose parecer
a los hombres para demostrar que son capaces de muchas cosas. Que triste este
camino, se han dejado tentar por el aspecto vibracional bajo de la vida y han
asumido un rol de hombres perdiendo y sacrificando su valor interno más
preciado: su sabiduría innata y su actuar desde el lado intuitivo y femenino de
la consciencia que es el que trae los desarrollos de un mundo de luz y armonía.
Mujer,
puedes ser ejecutiva, jefe, ama de casa, Presidente, pero nunca te desconectes
del regalo más grande que te ha dado Dios por ser mujer: actuar desde el
corazón y con el aspecto femenino de la conciencia que da fuerza y amor a todo
lo que construye. Por favor no te
vuelvas como un hombre ansioso de poder y gloria pero sacrificando los valores
más profundos del espíritu. No pierdas
tu esencia porque en esta etapa del mundo es el corazón, la intuición, el amor
y la luz de la conciencia lo que nos llevará a la siguiente dimensión y no hay
otra forma.
Este
es un pequeño homenaje a las mujeres de todos, a nuestras madres por su ejemplo
de sacrificio, amor y entrega más allá de cualquier cosa, a nuestras tías que
han actuado como madres y que tienen esa conexión profunda con cada uno de
nosotros. A nuestras esposas por estar ahí siempre con profundo amor y
acompañando cada actuar en nuestro camino, forjando a nuestro lado cada nueva
meta, cada nuevo sueño. A esas mujeres que son Madres sin tener un hombre a su
lado, que han consagrado su vida a ello dentro del amor más profundo, a esas
mujeres que entregan todo por sus hijos y sus familias, a esas mujeres que
trabajan de sol a sol dentro de las más duras condiciones para cumplir un sueño
ajeno en sus hijos, esposos y familiares.
A
esas mujeres que deciden ser amigas y confidentes, a esas mujeres que deciden
ser amantes y que no tienen la culpa de haber entregado su corazón al hombre
que no les corresponde de acuerdo con las leyes de la sociedad, pero será que
la sociedad y sus leyes están por encima del amor incondicional? … habrá que
examinarlo y discutirlo.
A
las mujeres que son jefes, ejecutivas, amas de casa, para que no pierdan nunca
su esencia a pesar de las circunstancias porque esa esencia es el sustento de
la vida.
A
las mujeres que son esposas y que junto a su hombre han vencido dificultades y
enfrentado duros caminos pero siguen victoriosas. Porque amigo mío, si eres
hombre y crees que tu sostienes el hogar, déjame decirte que estás muy
equivocado porque el día que tu mujer flaquee tu hogar se derrumba y se cae
porque ella es la fuerza que lo mantiene vivo. Sí, tu puedes salir y estar con
amigos, decir que estás aburrido, que esto o que aquello, puedes sentirte débil
y a pesar de eso tu hogar sigue porque tu mujer lo sostiene pero el día que
ella decida dejar a un lado todo, ese día ese hogar se cae y se destruye porque
la mujer es la fuerza y la unión de la familia. Amigo hombre, ten eso presente
para cuando te sientas orgullosos de ser “la cabeza de la familia”, porque eso
no es verdad, es un mito que te ha creado la sociedad.
Mujeres,
vean la película “El Rey León”, y recuerden que ustedes son SIMBA y no son
PUMBA, aunque vivan entre PUMBAS, recuerden que son más fuertes, inteligentes,
amorosas y valientes de lo que les hacen creer las personas a su lado. Cuando
en la película, SIMBA se da cuenta que es un León, que difícil es convencerlo
de que no es como PUMBA, que debe sacar su espíritu de León para beneficio de
todos. Sean como SIMBA y descubran su potencial que ha estado dormido, tomen
conciencia que pueden seguir siendo tan amorosas como PUMBA pero tan fuertes
como SIMBA.
Mujeres,
sigan siendo bendecidas, sigan siendo valientes, sigan hablando desde el
corazón y desde el fondo del alma y sigan acompañando a esos hombres de su
vida, así algunos crean que son lo máximo sin serlo. No desfallezcan porque el
mundo más que nunca las necesita en esta nueva etapa. Hagan su trabajo
silencioso que ese es el más valioso y el que al final premia la vida.
Todas
las bendiciones.
En
amor y servicio,
Jairo
Hernán Barragán Gómez
Trabajadores
de la Luz
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