La Búsqueda

La Búsqueda

Cierto día un hombre caminaba por la calle y al pasar al frente de una casa divisó a un anciano que daba vueltas y vueltas por el antejardín, mirando hacia el piso como buscando algo desesperadamente. Permaneció observándolo y se daba cuenta de su angustia, de cómo se agachaba contra el piso tratando de hacer la búsqueda mucho más efectiva.

Ante esta situación y el desespero del anciano por buscar lo que se le había perdido, se acercó un poco más y le preguntó: Señor, sucede algo? A lo que el anciano respondió: acabo de perder un medallón muy valioso que tiene un gran significado para mí, me lo regalo mi padre y a él se lo regaló mi abuelo. He perdido el medallón y realmente es una insignia de mi familia y de la tradición que manejamos. La próxima semana debía entregárselo a mi hijo mayor porque estoy ya muy viejo y mi momento se acerca. Debo heredarlo a mi hijo de acuerdo con la tradición pero lo he perdido. Si usted me puede ayudar a buscarlo se lo agradecería.

El hombre entonces se compadece y a gatas comienza a cubrir todo el antejardín en búsqueda del medallón. Después de treinta minutos de búsqueda infructuosa el hombre le pregunta al anciano: A qué hora perdió el medallón? El anciano responde:  A las tres de la tarde lo tenía y creo que lo perdí hacia las 4:00 p.m. Eran ya casi las 6:00 p.m y la búsqueda continuaba pero el medallón no aparecía. Hacia las 6:30 p.m el hombre le pregunta al anciano: Disculpe la pregunta, en qué sitio considera que perdió el medallón para centrar la búsqueda en ese lugar? AH, lo perdí en la sala de mi casa!!! Desesperado el hombre le pregunta: Y entonces porqué lo busca en el antejardín? El anciano responde: Es que aquí hay más luz y puedo ver mejor!!!

Reflexión

Así como esta historia es la vida de muchas personas, buscan afuera lo que perdieron adentro, buscan donde creen que está la luz: las riquezas, las posesiones, los bienes materiales, su trabajo, su profesión, las cosas externas, las relaciones, pero después de mucho caminar se dan cuenta que la búsqueda debe ser adentro, en sus corazones y en su espíritu, que es donde realmente permanece la esencia divina dormida de cada uno de nosotros.

No busques en el mundo de afuera o en las cosas externas lo que has perdido adentro de ti, busca primero en tu corazón, en tu espíritu y verás como de forma automática esa luz empieza a iluminar toda tu vida. Si sigues buscando afuera siempre vas a tener decepciones, siempre vas a depender de las cosas materiales y de las personas para tu felicidad, busca adentro para que esa luz fuerte y divina irradie todo de una forma tan plena que nunca más la luz se pueda apagar. La Biblia lo menciona como: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia que todo lo demás se os dará por añadidura”.

Hoy recuerda que “Aquello que estás buscando está dentro de ti” y si quieres que algo o alguien cambie afuera, comienza tú por el primer paso: cambiando desde tu interior.

Recopila: Jairo Hernán Barragán Gómez