Los Cuatro Recipientes
Al
nacer venimos con cuatro recipientes listos para llenar a lo largo de nuestra
vida que son:
·
Inocencia· Ignorancia
· Sabiduría
· Pureza
El
recipiente de la inocencia viene
totalmente vacío, allí no hay nada y está disponible para que se empiece a
llenar con la información que empiezas a recibir de tus padres, del medio
ambiente donde te mueves y de las personas que te rodean. Estás dispuesto
entonces a recibir toda la información que pueda venir de los aspectos
culturales donde naciste, las creencias de tus padres, la religión que
practican, los hábitos que están implícitos en su conducta y la forma de ver la
vida desde el entorno donde has decidido nacer. Eres una joya en bruto lista
para ser moldeada y el resultado final, es producto del joyero que toma la
labor de empezar a pulir esa joya preciosa. Así entonces, al principio eres
sola inocencia con total disposición a recibir la información necesaria para
poder desarrollar el plan de vida que te has trazado antes de venir a este
planeta. Este recipiente recibirá la información necesaria por medio de
eventos, sentimientos, vivencias que te permitirán construir tu personalidad en
este camino con el ánimo de desarrollar el aprendizaje que has acordado con tu guía
o Maestro ascendido antes de venir a este plano.
Posteriormente
el recipiente de la inocencia se llena de cosas, de vivencias, de costumbres, y
pasas entonces al recipiente de la ignorancia.
Todas estas costumbres, creencias, hábitos, formas de actuar, de responder, de
asumir, empiezan a hacer parte de tu sistema de ignorancia. Recibes información
de tus padres, familiares, amigos, grupo cultural al que perteneces y así
empieza a llenarse el recipiente de la ignorancia. Posteriormente te matriculan
al Colegio y te empiezan a dar normas especiales y conceptos adicionales que
incrementan el recipiente de la ignorancia. Con el tiempo empiezas a actuar con
base en este sistema de creencias, hábitos y costumbres que te han enseñado, y
a eso lo llaman conocimiento. Te siguen preparando en el conocimiento y tal vez
llegas a ser muy reconocido por tener mucha información sobre un tema
específico o sobre muchos, y el mundo te da una palmada de aliento en tu
espalda de felicitación porque ahora tienes mucho más conocimiento pero
curiosamente sigues en el recipiente de la ignorancia.
Este
recipiente de conocimientos, costumbres, títulos, logros materiales, logros
económicos, éxitos, fracasos, sigue creciendo a lo largo de la vida pero todos
van directo hacia el recipiente de la ignorancia. Cuando menos te das cuenta,
este recipiente está lleno y te consideras un hombre afortunado aunque desde el
punto de vista general de la vida, sigas en el recipiente de la ignorancia. Y
así con base en este recipiente, comienzas a actuar en automático y te das
cuenta que algunas de las cosas que tienes en el recipiente te hacen sufrir y
te traen resultados desagradables pero otras te hacen sentirte muy bien y crees
entonces que estás en el camino del éxito. Consideras entonces que eres un tipo
de buena o de mala suerte y puede que bajo esta visión termine tu existencia y
hayas vivido una buena vida llena de muchas cosas materiales, o una vida no muy
buena con algún sufrimiento pero has salido adelante, o definitivamente te ha
tocado muy duro. En fin, lo que has hecho ha sido utilizar este recipiente de
la ignorancia de forma automática toda tu vida para actuar y hacer tus cosas.
Aquí podría terminar la vida de muchas personas.
Pero
ocurre que algunos cuantos se dan cuenta que todo lo que tienen en el
recipiente de la Ignorancia han sido ideas, costumbres, hábitos, creencias,
juicios, enseñanzas, conocimiento y todo lo demás como lo quieras llamar, que
nunca han sido verificadas a nivel individual para ver si son verdad. Es decir,
has actuado con base en ellas porque te las enseñaron pero nunca te has tomado
la molestia de verificarlas como verdades de tu sentir y de tu actuar. Entonces
una chispa se abre en tu interior y dices, voy a verificar si todo esto que
supuestamente sé y he aprendido es verdad, y comienzas a verificar tu verdad
para ver si todo lo que has aprendido es realmente de la forma en que lo tienes
concebido. Te han dicho por ejemplo que el perdón lo sana todo, que es la frase
más común que se oye en estos días y por todos los tiempos. Siempre ha sido tu
conocimiento pero ha permanecido en el recipiente de la ignorancia porque
aunque lo sabes nunca lo has comprobado. Decides entonces comprobarlo y decides
actuar decididamente, perdonando de corazón a aquella persona que te ofendió en
alguna etapa de tu vida y tomas acción. Con el pasar del tiempo empiezas a
darte cuenta que estás diferente, que te sientes mejor y que algo realmente
pasó adentro de ti y que te permite ser una mejor persona. Que realmente esto
de perdonar si funciona cuando se lleva a la acción y mágicamente el recipiente
de sabiduría se llena con la primera
verdad que has comprobado en tu experiencia individual.
Tu
recipiente de sabiduría empieza entonces a llenarse con todo conocimiento,
hecho, circunstancia, situación, hábito, que decides comprobar mediante tu
experiencia individual. En este momento puedes tener una etapa de alegría
porque verificas lo que te han enseñado como verdadero y real, o de tristeza,
porque también te das cuenta que aquello que te dijeron no funciona de la forma
en que tu esperabas o que te dijeron.
La
relación entre conocimiento y sabiduría es como cuando le dices a un niño: oye,
no toques esta cerca de alambre porque tiene corriente y te puede hacer pasar
un mal rato. En primera instancia el niño asume la advertencia del conocimiento
pero dentro de sí surge una lucha pasiva silenciosa que le dice: será verdad?,
será que me arriesgo a ver qué se siente? En ese momento se encuentra en su
recipiente de la ignorancia porque tiene conocimiento que no ha sido
comprobado. Al siguiente día la curiosidad lo atrae y toca el alambre sintiendo
el primer golpe de la corriente en su vida y comprueba con su experiencia que
efectivamente es verdad lo que le decían. En ese momento este conocimiento que
está en el recipiente de la ignorancia se vuelve sabiduría y pasa a llenar este
recipiente porque ahora es una verdad comprobada que se vuelve sabiduría. Al
volverse sabiduría, el niño nunca más tocará este alambre y su mente estará
tranquila y libre de esta ansiedad de tocarlo, de arriesgarse, porque
efectivamente lo ha comprobado de forma directa. Así de esta forma lo olvida de
forma inmediata, lo incorpora a su recipiente de sabiduría y nunca más lo vuelve
a tener en su mente. Pero qué pasa con el niño que no se arriesga a comprobar
esta verdad de forma directa? Que todo el tiempo va a tener en su mente el
deseo de tocar el alambre y su lucha pasiva y ansiedad va a ser mayor cada día
y aunque parezca que no lo tiene en la mente, lo tiene más que cualquiera, esta
situación lo llama cada día de su vida y así podría permanecer todo el tiempo
con esta información en su recipiente de ignorancia, reprimiéndola para
ajustarse a las leyes que le enseñaron pero desgastándose y sufriendo porque lo
que resistes persiste.
A
este niño también se le enseña que las leyes de la vida son Aceptar, Asumir,
Respetar, Actuar, Valorar, Agradecer y Adaptarse, y se da cuenta que al
ponerlas en práctica obtiene resultados fabulosos y que ha comprobado las leyes
de la vida de forma individual y ahora hacen parte de su recipiente de
sabiduría. De igual forma su compañero recibe la misma información y
conocimiento pero como no lo pone en práctica, ni lo comprueba de forma
experiencial, permanece toda la vida en el recipiente de la ignorancia con la
información que le abriría el camino a una vida plena y satisfactoria, guardada
en el baúl de la ignorancia o conocimiento que no se aplica, ni se comprueba de
forma directa.
Así
entonces nos atrevemos a experimentar y a comprobar nuestras verdades de forma
directa y nos damos cuenta con nuestra experiencia, cuáles funcionan y cuáles
realmente no funcionan. Nuestro recipiente de la sabiduría crece y aprendemos
con la experiencia directa que el amor es la puerta hacia todos los caminos,
que el perdón realmente libera el espíritu, que la vida es hermosa cuando se
vive solo el presente, que el desarrollo espiritual es una oportunidad
maravillosa, y de la misma forma tu recipiente de la sabiduría ha comprobado
que se deben respetar los acuerdos verbales con las otra personas, de
responsabilidad, de desarrollar tu función con el corazón, de honestidad y has
comprobado que esto realmente funciona y es verdad.
Un
día eres llamado por el Padre a su presencia y te preguntas, pero dónde está el
último recipiente? El de la pureza? Pues
nunca lo vi en mi vida. Al momento de tu muerte tu guía te muestra un
recipiente reluciente y te dice: hijo mío, este es el recipiente de la pureza.
Y te das cuenta que toma tu recipiente de la inocencia y de la ignorancia y lo
bota a la basura y te dice: estos dos recipientes de inocencia e ignorancia
eran para moverte en tu plan de vida en la tierra pero aquí ya no los necesitamos.
En ese momento te preguntas, todo esto que estaba en mis recipientes de
inocencia e ignorancia ha desaparecido, y entonces qué hice en mi vida?
En
ese preciso instante tu guía toma tu recipiente de la sabiduría, aquella
información que comprobaste de forma directa, y lo vacía dentro del recipiente
de la pureza y te das cuenta que tu recipiente de la pureza ya estaba lleno con
tus experiencias de sabiduría, conocimiento que has comprobado de forma
directa, de tus vidas anteriores. Ahora tus experiencias de sabiduría de esta
vida se agregan a tu recipiente de la pureza. Tu recipiente de sabiduría está
ahora vacío, al igual que tu recipiente de la inocencia y de la ignorancia.
Tu
recipiente de la pureza es el único que permanece siempre con tus experiencias
de sabiduría que has comprobado por cuenta propia en todas tus vidas y es el
único de todos que almacena información de experiencias comprobadas y que
representa a tu espíritu. Tu guía mira el recipiente de la pureza y dice: tu
objetivo es llenar el recipiente de la pureza para que tu espíritu encuentre la
conexión con el padre, así que debes regresar a recoger las experiencias que te
hacen falta.
Y
de esta forma vuelves a nacer con tus tres recipientes de la inocencia,
ignorancia y sabiduría vacíos y listos para enfrentar esta nueva experiencia de
vida. Pero en este momento de planear tu nueva vida, tu recipiente de la pureza
ya tiene unas experiencias vividas y aprendidas que no es necesario volver a
vivir y que constituyen en esta nueva vida lo que se llama tu carácter. Es por
esta razón que cada ser humano aunque nace en la misma familia y de los mismos
padres, tiene un carácter tan diferente, porque sus experiencias del recipiente
de la pureza son las que marcan esta nueva vida en el planeta para el
aprendizaje que le hace falta pero con sabiduría ya adquirida de vidas
anteriores. Este recipiente de la pureza permanece oculto pero siempre latente
en tu diario vivir y es el que definitivamente te ha enseñado que no debes
tocar ese alambre porque te coge la corriente, pero ahora en esta vida ya lo
haces por convicción total, no por imposición de una norma o ley y ese aprendizaje hace que tu espíritu sea libre, tu
mente tranquila, no tengas lucha pasiva y actúes por convicción y no por
obligación o norma. Es en este momento cuando el que es realmente humilde no lo
sabe pero lo muestra con su ejemplo, el que es amoroso no lo sabe y no lo
pregona a los cuatro vientos porque es parte de su ser. Cuando algo es parte de
tu recipiente de la pureza y de tu sabiduría y aprendizaje de muchas vidas, tú
mismo no eres consciente que lo tienes y no lo pregonas a los cuatro vientos,
ni te ufanas de ello porque es parte de ti, lo tienes intrínseco y los demás
son los que lo ven en tu forma de vivir y actuar. No lo tienes que pregonar
porque lo respiras a cada momento porque lo has aprendido. Pero si en algún
momento eres consciente que lo estás pregonando y que necesitas que la gente te
confirme que lo tienes y necesitas su aprobación, entonces todavía no ha
llegado a ti, careces de eso en lo que anhelas reconocimiento por parte de los
demás. Si me preguntas, verdad que soy humilde? te diré: con toda seguridad no
lo tienes todavía. Si veo la humildad en ti y la siento en mi corazón, ni
siquiera tengo la necesidad de reconocértelo porque eso se vive en el ambiente.
Lo que se tiene en el espíritu se vive
de forma innata y pura, muchas veces inocente y desinteresadamente.
También
algo te dice en el fondo de tu corazón que el perdón es la mejor forma de ser
libre y lo aplicas desde que eres pequeño porque es parte de tu configuración
de tu recipiente de la pureza. Tu recipiente de la pureza es ahora ese
conocimiento silencioso y oculto que te da individualidad y que te da una forma
de ser diferente a todos, que ahora guía tu nueva vida en el planeta. Y así el
ciclo de vidas sigue hasta que tu recipiente de la pureza esté totalmente lleno
y puedas regresar a la integridad con el padre celestial y nacer en esferas
superiores con otras misiones de vida y ya no necesariamente en un planeta de
tercera dimensión porque has aprendido gracias a la experiencia, al ensayo y al
error, y a aquello que erróneamente llaman pecado en este planeta pero que es
un instrumento de aprendizaje necesario y pertinente para tu experiencia de
vida.
Entonces
entiendes que el recipiente de la pureza es tu base de sabiduría y cercanía con
tu espíritu con las herramientas necesarias para enfrentar esta nueva vida que
has iniciado y en donde debes seguir aprendiendo para continuar con el ciclo
hasta que sea necesario para ti.
Miras
al cielo y sabes en el silencio de tu corazón, que la divina presencia te
acompaña en este plan perfecto que has diseñado y tu espíritu sonríe
silenciosamente como con complicidad dentro de ti.
Bendiciones
en Amor y Servicio.
Trabajadores de la Luz
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