martes, 29 de mayo de 2012

Permanecer Centrado


Permanece Centrado

Había una vez un discípulo muy consagrado a Buda. A los discípulos no les estaba permitido salir del templo y mezclarse con la gente para no ser contaminados con las cosas banales y frívolas del mundo exterior.

Este discípulo solicito un día permiso a Buda para ir a recorrer el mundo. Los otros monjes sonrieron porque sabían que a un monje eso no le estaba permitido, mezclarse con la gente común. De todas formas “le preguntaré al Maestro y si el me lo permite iré”. Los otros monjes sintieron envidia y cuando el llegó ante Buda a preguntarle, muchos lo escucharon y se pusieron de pie.

“Está mal. Has quebrado las reglas del templo. Nadie puede salir al mundo exterior durante su enseñanza. Buda ha dicho que debes estar concentrado en la tarea que has escogido … y ahora pides salir del templo”.

Pero Buda dijo: “Os he dicho a vosotros que debeís concentraros en vuestro trabajo aquí en el templo y que no debeís abandonar el templo porque aún no estáis centrados. Para este monje la regla no se aplica, él no forma parte del rebaño. Y al monje le dijo esto: “Sí, te lo permito. Ve al mundo exterior”.

Era demasiado. Jamás se había hecho algo así antes. Todos los discípulos estaban enojados y durante meses hubo miles de murmullos exagerando lo que había pasado en el templo, diciendo que el monje no era más un monje y que había caído.

Después de cuatro meses el monje volvió seguido de varias personas , Buda los miró y dijo: “Amigos, tienen algo que decirme?”. “Hemos venido para que nos inicies. Tratamos de distraer a tu discípulo pero fallamos. Lo llevamos a placeres banales, riquezas, posesiones, lujuria, tratamos de hacerlo sentir rabia, de murmurar de los demás, de difamar de las personas, de sentir envidia, odio, de calumniarlo pero hemos fallado porque ni siquiera por un momento vimos una duda, una nube en su mente o un deseo en sus ojos, aunque compartía profundamente con nosotros. Tratamos de convertirlo a nuestras vidas pero el nos ha convertido a nosotros sin decirnos una sola palabra, solo con su ejemplo. El no nos ha traído aquí. Nosotros hemos venido por nuestra cuenta. Por primera vez hemos sabido lo que es dignidad. Nos gustaría aprender este arte”, dijeron los forasteros. Y todos se convirtieron en discípulos de Buda.

El siempre camina solo … no hay manera de llevarlo de aquí para allá. Continúa siendo completamente él mismo, centrado en sí mismo, enraizado en su ser y además es capaz de disfrutar del mundo y de la vida. Cuando uno ha conocido este estado entonces no hay distracción, uno puede vivir en cualquier parte, puede caminar por cualquier lado, puede estar en este mundo y disfrutarlo sin pertenecer a él.

Finalmente Buda se levanto y dijo:

“Recuerda, no trates de cambiar las circunstancias de tu vida, trata de cambiar tus actitudes. Usa la situación externa para cambiar tu estado interno. Cambiar la situación externa no es un gran cambio: te estás engañando a ti mismo y al mundo. La verdadera religión consiste en cambiar el estado de consciencia. Busca lo más alto. Una vez que has conocido lo más alto, lo bajo comienza a marchitarse por sí solo. Esta es la verdadera religión”.

Tomado de “El sol se alza en el infinito”. Osho

Permanece centrado. No te dejes manejar por las opiniones de otros o por sus intentos de empujarte de aquí para allá. No caigas al nivel de los otros.

Recopila: Jairo Hernán Barragán Gómez

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